'Pero...'
'Era en Numancia /
al tiempo que declina'
Esa tarde de finales de abril el invierno parecía no querer abandonar los Monegros. No es que hiciese frío... más bien el sol se dejaba ver de vez en cuando entre nubarrones tormentosos que no se atrevían a descargar. Hacía fresquete, pero decenas de visitantes estaban expectantes ante una novedosa atracción: El rincón de la Poesía.
No era una atracción tal cual. No se trataba de un lugar en el que los milagros de la mecánica y la electrónica te llevasen por un recorrido vertiginoso y vibrante. Tampoco era un lugar en el que personal cualificado hiciese gala de sus dotes interpretativas. Era algo mucho más novedoso. Se trataba de un espacio en el cual los visitantes podían recitar sus poemas por turnos. Era algo interactivo, que incitaba a la creatividad y que permitía, por tan solo 10 cuervofichas marrones, convertirse por instantes en una estrella, en alguien bohemio y transgresor a la vez,... dando al mundo a conocer sus sentimientos en forma de líricas expresiones.
La idea había encantado a la gerencia, puesto que podrían dar uso a un pequeño espacio que estaba sin uso entre Mondo Egypto y el cuervorrestaurante, y los costes eran escasos: solo necesitaban un moderador/conductor, que a su vez podía encargarse de encender el micrófono y cobrar las cuervofichas. En palabras de uno de los gerentes: "¡Es genial! Con esta idea los visitantes se entretienen solos, unos a otros,...indudablemente nos elimina carga de trabajo".
Pepito Pi i Pi subió tenso al escenario. Nunca se había atrevido a reconocer su pasión por la poesía de la Generación Beat. Siempre había querido hacer crítica social, sacar al mundo de sus aletargadas mentes consumistas. Por eso sintió que esa tarde de finales de abril era su oportunidad. Se armó de valor, cogió con firmeza el micrófono y promulgó a los 4 vientos el siguiente alegato contra la pena de muerte y contra el incumplimiento de las tallas mínimas del pescado.
"Qué estupideces se dicen a veces
"Qué estupideces se dicen a veces
Sobre el reino de los peces:
Un besugo va hasta Lugo
A su examen de verdugo.
Una preciosa merluza que iba borrachuza
Le vendió la caperuza.
Un lenguado deslenguado
Va a ser su primer condenado.
La lubina Serafina
Le administró la morfina.
Un pelotón de rodaballos disparó al cantar el gallo
Para así evitar cualquier fallo.
Lanza salvas Don Siluro
Desde un estanque muy oscuro,
Qué simpática matemática,
Con su pistola automática,
Tras quitarle el seguro.
Un sable muy amable,
Comprimido lateral,
Luce hermosa, sin igual,
Su espinosa aleta dorsal
De colorido inigualable.
Qué contento vuelve el jumento
Al ministerio de fomento.
Qué alegría, noche y día,
Al llegar la policía.
¿Terminarán la autovía?
Este lindo supositorio,
os lo dedica con jolgorio
Vuestro amigo Glorio"
¡Qué bonito
ResponderEliminarel arbolito!
La gata chundarata
es un poco melata
Esta nueva atracción es como un karaoke pero en salvaje, no?
Iré preparando mi epopeya.
10 cuervofichas marrones:
ResponderEliminarLamentando el interruptus
he de decir alto y presto
"esta atracción no me gusta"
falta alegría y apresto.
Como modo de expresión
es limitante y cutresca
pone atadura al sentimiento
no da lugar a la fiesta.
Yo estaría como atenazada
si no fuera por pronto viaje,
¡tener que expresarme de continuo
en este entrecortado lenguaje!
No sé hablar de gripe porcina.
Aquí no caben Bruni y Leticia.
Qué gane el Madrid el sábado,
Al menos una buena noticia!
Me siento estafada.
No entiendo de karaokes,
¡devuelvanme mis 10 cuervofichas!
(Hago un Kit-kat, que no un Toke).
Doy envidia a la gerencia
me despido de los lectores
allí sí, espero pasarlo en grande
¡Hasta la vuelta señores!
Estimado señor Gerente
ResponderEliminarno se me vaya ahora
a la acera de enfrente
y nos quite con su Oda
a mi y a otras gentes
la poca carne española
que aún está decente.
Mejor pásese a la prosa
que ya tiene suficiente
con tanto pescado y ostra
a las que incar el diente
que estoy
Qué contento vuelve el jumento
ResponderEliminarAl ministerio de fomento.
Maravilloso
¡Vivan los rapsodas!
ResponderEliminarque ajenos a las modas
pasan de cantar en bodas
y pagan por contar sus odas.
Que gran diferencia
para la concurrencia,
El poder tener audiencia
Para sus ocurrencias
¡Vaya odas!
no me jodas y publica todas
¡Que Poemas!
Abarcan todos los temas
Sin aparentes problemas
aunque sean de besugos tarugos
que van a Lugo a ser verdugos
de lenguados deslenguados
por siluros fusilados.
A buenas odas mangas verdes
Vivan los rapsodas!
Viva Gloria Fuertes!.
Viva la poesía!
Viva la bruja avería…!!!.
Que malo, pero que malo soy…..ja, ja, ja!!!
Aquí responde la Gerencia,
ResponderEliminara toda la concurrencia,
Si bien algo tarde el mensaje
no fue por malevos ni malevajes,
apelamos a vuestra santa paciencia.
Palomitera:
Karaoke sin música, más con las musicales voces de todos ustedes, los visitantes, que hacen de ésta atracción las delicias de todos. Prepare, pues, prepare epopeyas para palidecernos. Prendas epitetómicas esperamos. Pandillas apiladas esperando a palomitera.
Limonessa:
Responderemos algo tarde,
más es buena esta dicha:
devolverle sus 10 cuervofichas.
Nuestro corazon servicial arde
por ofrecer una atracción que farde
esperando de la próxima más chicha.
Interruptor:
Quintillas, sextetos,
sonetos y coplillas,
no son afición sencilla.
Prosopias y poéticas
en cuervolandia son
sutil expresión
de las inquietudes estéticas
del público guasón.
Más gerentes quietos,
es esta vuestra atracción,
y nosotros tan solo meros
de vuestros poemas voceros.
Oprobión:
¿Señales o Casualidades?
Eddylucas:
Siempre ha sido cuervolandia un lugar en el que se pueda dar rienda suelta a las felicidades colectivas. No lo sería completo sin que los visitantes hayan podido agarrar un micrófono y sin Ristos que su autoestima barrenen, cantar sus cantares.
Hablando de cantar...¿Cuándo podremos tener la maqueta de los Torrefactos?